por el mundo
hasta romperte
en tantas formas
familiares o extrañas
que te han coronado
como el monarca
de las metáforas
omnipresentes
flores
se tuercen
hasta en aquellas latitudes
en donde sólo sos una sutil
y melancólica
presencia
escondida en unos ojos
que replican tu calor
y tu luz
al arrancarte
con mimos y besos
del interior
de un alma
desbordada
por tu ausencia